EL PORTABEBE COMO INSTRUMENTO DE APEGO

El apego parental es el lazo duradero que se establece entre un bebé y el adulto que se ocupa de él. El apego parental es considerado como la base de la personalidad y el nivel de apego de un bebé está relacionado directamente con su desempeño social en la edad adulta.

 

Hay dos tipos de apego parental: el apego seguro y el apego inseguro, este último se divide en cuatro subgrupos (ambivalente, resistente, desorganizado y evitable).

 

Entre más cuidados se le dan a un bebé de manera constante, de acuerdo a las señales y a las necesidades afectivas y físicas, más el apego se desarrollará sobre la confianza y la seguridad, por lo tanto el apego será seguro. Está demostrado que los individuos que establecen un apego seguro cuando son bebés tienen un mejor comportamiento social y una mayor capacidad para controlar sus emociones y dominar las situaciones de estrés.

 

Si por el contrario, los cuidados fueron brindados de manera inconstante, sin atención particular a las señales y a las necesidades, el apego se desarrollará sobre la inseguridad. Los apegos inseguros pueden conducir a problemas de comportamiento importantes, incluso a veces psicopatológicos.

 

Mas allá del apego parental el porteo es considerado "necesario y imprescindible" para el desarrollo emocional y fisiológico para el bebé, un bebé humano es inmaduro para valerse por si mismo, a diferencia de otros mamíferos, los bebés humanos no pueden caminar o arrastrarse desde el nacimiento ni alimentarse por si solos como lo hacen otras especies. El calor piel con piel es vital sobretodo para los primeros meses de vida, por eso es tan importante tomar el porteo como un medio de acarreo y superviviencia para hacer de nuestros pequeños unos adultos bien desarrollados y asegurando un buen cuidado de su fisiología inmadura , y sobretodo psicológica, afectíva y socialmente.


Estos hechos no pueden tomarse a la ligera...

La mayoría de los padres estarán de acuerdo en decir que durante los tres primeros años de vida los bebés lloran mucho y la mejor forma de calmarlos es simplemente tenerlos en los brazos. De esa manera se sienten seguros. He aquí la importancia de cargar al bebé con respecto al apego parental. El simple hecho de cargar a tu bebé lo tranquiliza, la proximidad te permite responder inmediatamente a sus necesidades, te ayuda a conocerlo y a establecer una buena comunicación. Compartir con él los latidos de tu corazón, el sonido de tu voz y el ritmo de tu respiración en sus actividades cotidianas es una muy buena manera de demostrarle desde el principio que estás ahí para él. Tu bebé no será más caprichoso, todo lo contrario, llorará menos, estará mas tranquilo, dormirá mejor, y desarrollará más rápido una conciencia de sí mismo. ¡Una garantía de confianza para ayudarlo a afrontar todas las etapas de su desarrollo!